¿Amante de los coches clásicos? Consejos para acertar en su compra

Si el coche ha pertenecido a una personalidad relevante ya puede ser considerado como clásico.
Si el coche ha pertenecido a una personalidad relevante ya puede ser considerado como clásico.
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Si el coche ha pertenecido a una personalidad relevante ya puede ser considerado como clásico.

Tener más de 25 años desde su fecha de fabricación, estar declarado de interés cultural, ser de colección o haber pertenecido a una personalidad relevante. Estas son solo algunas de las premisas que pueden hacer de un vehículo un coche clásico, un sector de la automoción que levanta pasiones entre los amantes de las cuatro ruedas, que tienen como objetivo la adquisición de uno de estos modelos. Los aficionados de este ámbito disfrutan del cuidado, de la conducción y de los encuentros que este tipo de coches les ofrecen. Comprar uno de estos vehículos no resulta fácil ya que para acertar en la compra, hay que tener en cuenta una serie de pautas puesto que se está tratando con unidades de cerca de tres décadas de vida.

  • Fijar un presupuesto. Los coches clásicos requieren de más reparaciones y sesiones de mantenimiento, aspecto que hay que tener en cuenta para que no se dispare el precio final de la adquisición. Los gastos pueden alcanzar los 2.000 euros anuales.
  • Buscar y comparar. Adquirir un vehículo clásico resulta tan o más difícil que hacerlo con un nuevo modelo. Hay ocasiones en las que puede costar años dar con el modelo perfecto. Por ello, hay que informarse, buscar y comparar ante toda la oferta disponible, así como saber los problemas más frecuentes del modelo que se quiere comprar para hacerse a la idea de cuánto pueden costar las reparaciones. Lo ideal es que cuantos menos propietarios haya tenido el vehículo, mejor.
  • Revisar todo el coche. Igual que ocurre con los coches de segunda mano, los clásicos también necesitan de una revisión exhaustiva. El motor y el cambio deben funcionar correctamente, par lo que se puede analizar el color del humo y comprobar su arranque. También hay que verificar el estado de las suspensiones y de la carrocería. En esta, no debe haber ondulaciones o golpes y las puertas deben encajar, entre otros detalles. Por último, en el interior, es muy importante revisar la tapicería y los mandos.
  • Adiós al óxido. Se trata de uno de los mayores problemas de estos coches. Hay que comprobar zonas como los bajos, la zona bajo el parabrisas y los interiores de las aletas.
  • Comprobar el kilometraje. Aunque cuantos menos kilómetros tenga mejor estado tendría que presentar un coche, hay que prestar atención para comprobar que no se trate de una manipulación del cuentakilómetros. No hay que descartar aquellos con muchos kilómetros que, sin embargo, estén bien cuidados.
  • Solicitar toda la documentación. Un dueño que presenta toda la documentación del vehículo demuestra que ha sido cuidadoso con él, por lo que el coche estará en las mejores condiciones posibles. Además de que la documentación esté en regla y de la tenencia de las facturas, los libros de mantenimiento serán claves para comprobar las posibles reparaciones y restauraciones que haya sufrido el clásico, ya que de eso depende el precio final del coche, que variará si las piezas del recambio son originales o no, entre otros aspectos. También hay que verificar que el número de bastidor que debe coincidir con el que se refleje en los papeles.
  • Informarse sobre los repuestos. Como se ha mencionado, dada su antigüedad, un coche clásico necesita mayores reparaciones y repuestos. Por ello, hay que informarse si resulta sencillo encontrar piezas de repuesto y cuál es su precio.
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